La actividad
que propongo para mostrar a mis alumnos de 13 años, de la ESO, que la
diversidad es buena y enriquecedora, la he relacionado con las matemáticas
(área que imparto) y es la siguiente:
1.- Dividiremos
la clase en grupos de dos o tres alumnos, dependiendo del número total de ellos
que haya en el aula.
2.- Le
repartiremos a cada grupo un trozo de cartulina negra rectangular del mismo
tamaño, pegamento y piezas hechas de cartulina representando distintas formas
geométricas (polígonos) de distintos colores y tamaños. El total de figuras
geométricas diferentes debe ser mayor o igual que el número de alumnos que haya
en la clase.
Cada grupo
podrá utilizar el número de piezas que desee pero no así su variedad. Así, el
primer grupo podrá usar todas las piezas que quiera pero sólo de dos tipos
distintos. El segundo grupo podrá utilizar todas las piezas que quiera pero de
sólo cuatro tipos distintos, y así sucesivamente hasta llegar al último grupo
que podrá y deberá utilizar todas los tipos de piezas y cuantas veces quiera
cada uno.
3.- Al terminar
todos su mosaico, se elegirá el más bonito que corresponderá al mosaico en el
que se han utilizado todas los tipos de piezas (el profesor, cuando eligió al
alumnado, aportando las ideas que crea conveniente, etc, se habrá encargado
previamente de guiar la actividad hasta este punto).
4.- A cada tipo
de pieza del mosaico ganador le pondremos el nombre de un alumno de la clase
mostrando la analogía existente entre “piezas diferentes” y “alumnos diferentes”
y observaremos que la diversidad hace que el mundo sea más bello.
5.- Se le
pedirá al alumnado que invente una frase que exprese lo que hemos observado
sobre la diversidad y entre todos pegarán el mosaico en una cartulina grande y
al lado cada uno escribirá su frase.
6.- Colgaremos
la cartulina en la pared de la clase.
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